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Tanto en Roma como en Niza se celebraron grandes fiestas con tan fausto motivo, segun refieren PAULO GIOVIO Y QUIRINI (1). El Papa se había apartado de su residencia habitual, seguido de un gran acompañamiento, en el que figuraba su capilla de Música, donde MORALES era cantor. El mucho prestigio de que gozaba, hizo sin duda que se le confiase la composición de esta obra, más bien Cantata solemne que Motete litúrgico, sobre un texto alusivo al acontecimiento que se celebraba, y que seguramente debió ser ejecutado en alguna de las fiestas memorables en que se reunieron las tres cortes del Papa, del Emperador y del Rey (2). El maestro español se mostró á la altura de su cometido escribiendo una página grandilocuente y majestuosa digna en todo de su auditorio. Por un artificio que le era en extremo grato, cinco de las voces cantan el texto citado en tanto que la sexta voz, un tenor, repite durante las dos partes á intervalos irregulares la palabra Gaudeamus, sobre un tema invariable, que viene á ser como el eje sobre que giran las diversas combinaciones contrapuntísticas. El efecto de esta composición entonada quizà simultáneamente por las tres capillas romana, flamenca y francesa, debió ser grandioso, y el solo hecho de haber sido MORALES elegido para celebrar tamaño acontecimiento, testifica muy alto en pro de la estimación y del aprecio de que tan merecidamente disfrutaba. No cabe duda de que debía estar en gran predicamento en la corte pontificia, cuando en Mayo del año siguiente HIPÓLITO DE ESTE, especie de arbiter elegantiarum de su tiempo, le elegía para escribir una composición commemorativa de su elevación al capelo, proclamada en el Consistorio reunido die 3 Nonas Maij (3) de 1539. El texto latino del tal Motete (n. 16, pag. 27 y 28 de la colección que nos ocupa) indica bien á las claras la ocasión y el motivo para que fué escrito. Dice así:

« Gaude et lætare Ferrariensis ciuitas, nam maximus Pontifex Paulus laudabile ualde et sapientiæ cuius non est numerus, qui de fulgore Italie, lumen Ecclesiæ suæ vocauit Hyppolitum. Beatam igitur familiam Extensium, dicant omnes generationes, quia fecit eia magna qui possent est et gloriosum nomen eius ».

« Jubilemus Hyppolito et cantemus canticum novum. Hyppolite tuorum Ferrarieque decus respice in seruum tuum quia opes mea et salus mea tu es et factus est mihi in salutem, Tu es Dominus meo et magnificabo nomen tuum in æternum ».

El hijo del Duque ALFONSO I DE FERRARA y de LUCREZIA BORGIA, al ser nombrado cardenal contaba apenas treinta años (4). Joven é inmensamente rico, conforme à las tradiciones de su familia, vivía fastuosamente complaciéndose en proteger las bellas artes; y la magnifica Villa por él fundada en Tivoli, que aun hoy dia lleva su nombre, acredita su buen gusto y su largueza, pues es fama que sirvió de modelo al TASSO para describir los jardines encan

Brescia 1545.

(1) Imago optimus Pontificis expresa in gesta Paulo III. (2) Esta composición reducida á cinco voces, había sido publicada anteriormente en la colección: Quintus Liber Mottetarum.... Opera ac solercia Jacobi Moderni alia dicti Grand-Jacques. Lugduni, 1542. (Vid. fol 63 y vlt.). Siendo de notar que el Indice la señala como de Morales; pero que en el texto dice por errata JACHET.

(3) M. ALFONSI CIACONI.

usque ad Clementem VIII.

Vita et Gesta Summorum Pontificum A Christo Domino Romae.... Apud Stephanum Paulini. MDC.

(4) Había nacido en 1509, según dice MURATORI: Delle antichità Estensi.

tados de la maga Armida. Es posible que dadas las afinidades españolas de su madre, HIPÓLITO DE ESTE, protegiese á MORALES cuya fama era entonces extraordinaria; sospecha que se robustece con el hecho de que el músico sevillano compusiera el Motete laudatorio que había de ejecutarse según antigua costumbre, el dia en que el nuevo principe de la iglesia, fuese á tomar posesión solemne de su título de Cardenal diácono de Santa Maria in Aquiro. Es curioso observar que esta composición resulta construida sobre un plan idéntico al de la Cantata de la Tregua de Niza, es decir que mientras cinco voces desarrollan la trama contrapuntística, la sexta (aquí un tiple segundo) repite á intervalos regulares, sobre un mismo tema, las palabras: Magnicabo nomen tuum in aeternum. Inútil creo añadir que MORALES en esta nueva obra supo demostrar una vez más su singular y no común talento, así como su gran pericia en el arte complicado de la polifonia vocal.

Me he extendido bastante hablando de estos pormenores, por creerlos en extremo interesantes y por completo desconocidos; las mismas razones me inducen á no terminar este estudio sumario de la importante colección de Motetes que me ocupa, sin llamar la atención de los curiosos sobre otra composición en ella contenida, también de considerable valor desde el punto de vista histórico. Hago alusión al titulado Motete, en dos partes de NICOLAS GOMBERT, que comienza con las palabras: Qui colis Ausoniam (n. 11, pag. 20 y 21). Y como la poesía latina que le sirve de texto es de la más refinada elegancia, recordando en cierto modo la delicadeza y dulzura virgilianas, me parece conveniente reproducirla en su integridad.

Qui colis Ausoniam glebæ felicis arator,

Qua Bachi et Cereris munera sponte fluunt,
Qui toties fatis genuisti pressus iniquis
Orbe alio assidue dum novus hostes adest,
Pone aras, accende focos, pia thura cremato,
Gaudia vos lytui, cornua, systra sonent.
Perpetuum Clemens fœdus, cum Cesare pacis
Faucijt, ut fessæ ferret opem patriæ,

Bifrontis que Deum Iani concluset, in æde,

Tranquillo æternum regnet ut hæc Latio

Quam Caroli, Sancti que Patris concordia corda,

Quam bene nunc gémino, tutus es imperio.

No hay que esforzarse mucho para comprender que se trata de una composición alusiva, escrita para celebrar las paces concertadas entre el citado Emperador CARLOS V y el Papa CLEMENTE VII, en Junio de 1529, como consecuencia del Tratado de Cambray, llamado tambien Paz de las Damas, gracias á haber sido negociado por MARGARITA DE AUSTRIA Y LUISA DE SABOYA. Toda Italia y especialmente los Estados Pontificios, celebraron con júbilo este feliz acontecimiento, pues de una parte la Santa Liga formada por el Papa, la República de Venecia, el Estado de Florencia y el Duque de Milan, LUDOVICO SFORZA; por otra las huestes de FRANCISCO I y por una tercera las tropas del Emperador, asolaban la Península con una guerra encarnizada, uno de cuyos más memorables episodios, fué el famoso saco de Roma, efectuado por los ejércitos imperia

les mandados por el Condestable de Borbón, muerto en el asalto de la ciudad santa, segun es notorio, á manos de BENVENUTO CELLINI, prisionero á la sazón en el Castillo de Sant'Angelo.

El autor de esta verdadera obra maestra, admirable por su estilo majestuoso y solemne, NICOLAS GOMBERT, no era sino el ilustre compositor, flamenco de quien he hablado anteriormente al tratar del rarisimo libro de Villancicos Castellanos examinado al comienzo del presente trabajo, y que como dije entonces, en 1529 ya llevaba varios años de estar al servicio del Emperador, pues desde 1520, figuraba como cantor adscrito á una de las tres capillas (1) que el César sostenía en Viena, Bruselas y Toledo, hallándose en dicha fecha precisamente en la que formaba parte del séquito imperial. GOMBERT que debe ser considerado como una de las más puras glorias de la escuela flamenca, conservo dicho puesto hasta el año 1534, en el que á 19 de Junio obtuvo una prebenda en la iglesia de Nuestra Señora de Tournay. Allì vivía todavía en 1556, según afirma HERMANN FINCK en su curiosa Practica Musica, impresa en dicho año en Witemberg, por los herederos de JORGE RHAW.

La singular rareza del Primo libro de Motetti a sei voci, publicado en 1549 por GERÓNIMO SCOTTO, que contiene tan preciados monumentos por su doble carácter artístico é histórico, ha sido causa, sin duda alguna, de que hayan pasado ignorados hasta el presente, escapando á todas las pesquisas é investigaciones de rebuscadores, bibliógrafos y eruditos. En efecto, á mas del ejemplar completo de Uppsala, sólo conozco otro falto del cuaderno de Sextus que se conserva en la Biblioteca imperial de Berlin, y que EITNER señala en su QUELLEN-LEXIKON (2).

Por la abundancia de datos de interés recogidos en el solo examen de unos cuantos libros, entre los muchos raros y curiosos piadosamente custodiados en la copiosísima sección de música de la Biblioteca Carolina de la Real Universidad de Uppsala, puede juzgarse de su extraordinaria importancia y de la rica mina aún inexplorada - que constituye para el estudio del arte del Renacimiento y de las grandes escuelas musicales de la polifonia vocal. Muchas más notas curiosas he recogido en mis repetidas visitas á tan abundante venero, y ellas me servirán para redactar estudios posteriores, si es que alguien, después de conocer el presente, ha quedado con deseos de leerme de nuevo.

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Stockholm

Uppsala, Noviembre 1908.

RAFAEL MITJA NA.

(1) Clemens non Papa, dirigía entonces la capilla imperial de Viena y Tomas Crecquillon, la de Bruselas. GOMBERT fué maestro de infantes en Toledo, desde 1530, hasta 1534.

(2) Articulo Scotto, Girolamo. (Vol. IX, pag. 121, Haertel. 1903.

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1549 f. ). Leipzig. Breitkopf &

Sopra un esemplare della prima edizione xilografica delle Mirabilia urbis Romae

Il bibliografo Schreiber parla nel suo Manuel de l'amateur de la gravure sur bois et sur métal, vol. IV, p. 398 oltre degli esemplari noti della prima edizione xilografica delle Mirabilia urbis Romae anche di uno già posseduto dal celebre bibliografo ed orientalista G. B. De Rossi dicendo: << un exemplaire incomplet était au commencement du XIXe siècle dans la possession de R. Bernardo de Rossi à Parma. Son séjour actuel m'est resté inconnu ».

Come si rileva dalle Memorie storiche sugli studi e sulla produzione del Dottore G. Bernardo de Rossi da lui distesa, Parma 1809 (n. LXXVI), egli stesso avea descritto il suo esemplare, ma questa sua descrizione era rimasta inedita. Nel riordinare la grande collezione di autografi dei sigg. Gilhofer & Ranschburg di Vienna io ebbi la fortuna di rintracciare il manoscritto originale di de Rossi e credo di rendere un buon servizio alla bibliografia delle stampe xilografiche col pubblicarlo in questa Rivista accreditata, quand' anche la descrizione del de Rossi e specialmente le sue osservazioni introduttive siano già state superate da lavori più recenti, tanto più che si tratta d'un esemplare di cui si è perduta per ora ogni traccia.

Vienna, novembre 1908.

DR. IGN. SCHWARZ.

L'intaglio e la stampa in legno hanno nella loro origine due epoche diverse. Si sa che il primo rimonta alla più rimota antichità (1) e che fu usato in tutti i tempi presso le più colte nazioni. Ma la seconda, sia che essa si estenda alle tele e alla seta (2), sia che s'intenda, come particolarmente qui l' intendiamo, di caratteri, non risale che a tempi molto più bassi. Quantunque i cinesi, i quali furono i primi ad adoperarla, abbiano qualche traccia dell' uso dell' inchiostro sulle lettere intagliate insin dai tempi di Wou-Wang, che son più di mille anni avanti l'era cristiana (3), se si crede però alle Tavole dinastiche del loro im

(1) V. GIOBBE, XIX 23, che malamente l'Arié interpreta dell'odierna tipografia. Vedi i miei Annali eb. tip. del XV secolo, pag. VII.

(2) Dell'antichità della stampa delle tele e della seta, vedi il PAPILLON, Traité hist. de la gravure en bois, T. 1, pag. 63, il LAMBINET, Recherches sur l'orig. de l'impr. cap. III.

(3) DU HALDE, Description de la Chine, T. 11, pag. 245, PAPILLON T. I, pag. 30, JANSEN, Essai sur l'orig. de la gravure en bois, T. 1, pag. 73.

pero (1), non l'introdussero che sul principio del X secolo. Gli europei la conobbero ancor più tardi. Le stampe dei fatti d'Alessandro, incise dai Cunii in Ravenna e offerte a Onorio IV, le quali vengon rapportate dal Papillon (2), la mostrano conosciuta e praticata in Italia insin dal 1285 al 1287, in cui fiorì quel pontefice, e ad onta de' dubbi che eccitano parecchi dotti scrittori sulla loro esistenza (3), non pare che si possa ragionevolmente negar fede ad uno storico, che attesta di averle vedute co' propri occhi, e che le ha minutamente esaminate e descritte e ad uno storico, che non sendo italiano, non aveva nessun interesse di procurare alla nostra nazione questo onore. In fatti nel numero di quelli che le credono genuine, vi sono non solo degli italiani (4), ma anche degli oltramontani, i quali avevano un interesse contrario (5). Con maggior ragione altri molti dubitano che fossero stampate le prime carte da giuoco nominate ne' monumenti di quell'età, le quali piú verisimilmente eglino giudicano lavorate piuttosto a penna, o dipinte e miniate (6). Ma qualunque sia la verità di quelle stampe o di queste carte, tutti ormai convengono che nel secolo XIV fosse già in Europa introdotta quest' arte, e che le carte da giuoco ne sieno state i primi saggi (7), le quali trovansi sul finire di quel secolo e sul principio del seguente già moltiplicate a tal segno, che il senato veneto, vedendo la decadenza grande in cui eran venute nel suo dominio per la sterminata quantità che ne veniva dall'estero, con decreto del 1441 pensò di proibirne l'introduzione (8).

Dalle carte da giuoco si passò alle figure e alle imagini dei santi, e ai testi che le accompagnavano, e noi vediamo che sino dal 1423 esse erano in Germania in pieno vigore, perchè un San Cristoforo che si conserva nella Certosa di Buxhaim presso Memminga e che è stato ristampato in Norimberga (9) porta la certa data di quell'anno, e non è punto da dubitare che tra le altre molte, le quali esistono senza data, non ven'abbiano delle più antiche (10), e che

(1) COUPLET, Confucius sinarum philos. pag. 65.

(2) Cit. Hist. de la grav., T. 1, pag. 84-92.

(3) Il baron di HEINECKEN, il LANZI, il DAUNOU, il JANSEN ed altri.

(4) ZANI, Materiali per la storia dell'incisione, pag. 83 e NAPIONE, Dell'orig. delle stampe, nelle Memorie dell'accad. di Torino di Letterat., T. II, pag. 399 е III, pag. 511, il quale condotte riflessioni appoggia la verità di quel libro e vendica all'Italia questa gloria.

(5) DE MURR, Biblioth. de peinture T. 11, pag. 453, EMERICO DAVID, Discours sur la grav. en taille douce, THIERY, Guide des amateurs, T. 11, pag. 427, il quale accennando una stampa piú antica che si crede esistere nella Vaticana, allude a quella dei Cunii. La stessa congettura aveva già fatto il Papillon cit. 1, pag. 92.

(6) BULLET, Recherches hist. sur les cartes pag. 131, LANZI, Storia pittor. dell'Italia, T. 1, pag. 75.

(7) Una Cronaca del Brabante, ne fa inventore Lodovico di Vaelbekemorts nel 1312, vedi DE ROCHES, Memoir. de l'ac. de Brux., T. 1, 513 e il Breitkopf.

(8) ZANETTI, Lettere pittor., T. V, pag. 321.

(9) Nel 1775 da SEB. ROLANDO per opera del Murr. II JANSEN ne diede nel 1808 in Parigi un'altra ristampa nel suo Essai, T. 1, pag. 106, e tav. IV in fine.

(10) Una del 1384 che si conserva in Lione, ne cita il THIERY cit. 1, ma soggiungendo quest' arte sembra rimontare all' origine delle carte nel 1392, mostra egli stesso di dubitarne.

La Bibliofilia anno XI, dispensa 1-2^

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