Revista de occidente, Edizioni 19-20;Edizioni 55-60José Ortega y Gasset Galo Sáez, 1928 |
Dall'interno del libro
Risultati 1-5 di 47
Pagina 4
... deja libre un asiento que Arturo se apresura a ocupar . Incrustado entre un caballero gris y una lozana campesina que recuerda a Gabriel y Galán , se dispone de lante al menor vaivén , donde se reflejaban todas las presiones , a cuerpo ...
... deja libre un asiento que Arturo se apresura a ocupar . Incrustado entre un caballero gris y una lozana campesina que recuerda a Gabriel y Galán , se dispone de lante al menor vaivén , donde se reflejaban todas las presiones , a cuerpo ...
Pagina 5
... deja pasar seres intermedios , normales , caras y cuer- pos de desesperante equilibrio . Un mismo maniquí ha servido para treinta gabanes ; igual módulo para cien fisonomías ; idéntico manual todos los saludos . En vano las implacables ...
... deja pasar seres intermedios , normales , caras y cuer- pos de desesperante equilibrio . Un mismo maniquí ha servido para treinta gabanes ; igual módulo para cien fisonomías ; idéntico manual todos los saludos . En vano las implacables ...
Pagina 6
... deja ver perfectamente enmarcada , una angulosa faz inmóvil , que lentamente se va convirtiendo en el retrato de sí mismo . Los cua- tro policías de la sala , obligados antes a multiplicar por cuatro su atención sobre la homogénea ...
... deja ver perfectamente enmarcada , una angulosa faz inmóvil , que lentamente se va convirtiendo en el retrato de sí mismo . Los cua- tro policías de la sala , obligados antes a multiplicar por cuatro su atención sobre la homogénea ...
Pagina 15
... deja libres los ojos cuando ya nada pueden ver sino los ojos de Arturo . ¡ Alfredo ! un per- Ha llegado para Arturo el feliz momento de der su personalidad . Placer soberano de ser un hom- bre u otro , de ver hundirse el individuo en ...
... deja libres los ojos cuando ya nada pueden ver sino los ojos de Arturo . ¡ Alfredo ! un per- Ha llegado para Arturo el feliz momento de der su personalidad . Placer soberano de ser un hom- bre u otro , de ver hundirse el individuo en ...
Pagina 19
... deja perplejo turo . perdiese en -¿Qué le parece ? a Ar- Juan Sánchez lo pregunta con un leve estremeci- miento de inquietud . Ve a Arturo contemplar a la bañista y espía su gesto más oscuro . dola Bien . la manos a cara , ocultán- con ...
... deja perplejo turo . perdiese en -¿Qué le parece ? a Ar- Juan Sánchez lo pregunta con un leve estremeci- miento de inquietud . Ve a Arturo contemplar a la bañista y espía su gesto más oscuro . dola Bien . la manos a cara , ocultán- con ...
Altre edizioni - Visualizza tutto
Parole e frasi comuni
ahora alma amor arquitectura arte artista Arturo átomo aún Bizancio cabeza Charlot ciencia ción conocer construír creo cuerpo Curzio Malaparte Darfur debe decir deja desarrollo duda egipcios Egipto ejemplo electrones encontrar energía época Erwin escritor España españoles espíritu estaba estética estrellas fascista fenicios fenómeno figura filosofía física fuerza Gabriela Giotto Gladstone Góngora Gordon Goya habla halla Heracles hermano historia historiología hubiera humana idea inglés jedive Judit Khartum libro literaria llama llegar lleva Lord Hartington Lytton Strachey Mahdi mano Matilde Max Scheler mecánica mente mirada Miramón modo momento muchacha muerte mundo Nouvelle Revue Française novela nuevo obra ojos palabras parece pasado pensar pintura poco poder poesía poeta preciso primera problema propio Proust punto pura queda quiere Racine radiación Ramón retardación retrato sentido Sherwood Anderson siglo siglo VII Sir Evelyn Baring sistema Sorel Sudán Tarschisch Tartessos técnica tenía teoría último vivir
Brani popolari
Pagina 41 - Pasadas las zarzamoras, los juncos y los espinos, bajo su mata de pelo hice un hoyo sobre el limo. Yo me quité la corbata. Ella se quitó el vestido. Yo el cinturón con revólver.
Pagina 40 - El almidón de su enagua me sonaba en el oído, como una pieza de seda rasgada por diez cuchillos. Sin luz de plata en sus copas los árboles han crecido, y un horizonte de perros ladra muy lejos del río.
Pagina 44 - Un chorro de venas verdes le brota de la garganta. Su sexo tiembla enredado como un pájaro en las zarzas.
Pagina 148 - Ni nuestra caritativa admiración ni una perfección ilusoria y «eterna» hacen al clásico, sino precisamente su aptitud para combatir con nosotros. Es el ángel que nos permite llamarnos Israel. Clásico es cualquier pretérito tan bravo que, como el Cid, después de muerto nos presente batalla, nos plantee problemas, discuta y se defienda de nosotros. Ahora bien: esto no sería posible si el clásico no hubiese calado hasta el estrato profundo donde palpitan los problemas radicales. Porque vio...
Pagina 175 - ... y ejerce presiones de todo orden sobre ellas. Es preciso, por tanto, trascender nuevamente, y de la perspectiva interindividual •avanzar hacia un todo viviente más amplio, que comprende lo individual y lo colectivo; en suma: la vida social. Esta nueva realidad, una vez advertida, transforma la visión que cada cual tiene de sí mismo. Porque si al principio le pareció ser él una sustancia psíquica independiente y la sociedad mera combinación de átomos sueltos como él y como él suficientes...
Pagina 197 - De Alcides le llevó luego a las plantas, que estaban, no muy lejos, trenzándose el cabello verde a cuantas da el fuego luces y el arroyo espejos. Tanto garzón robusto...
Pagina 148 - Ésta no depende de nuestra benevolencia para atenderlos, sino que, queramos o no, se afirman frente a nosotros y tenemos que luchar con ellos, como si fuesen contemporáneos. Ni nuestra caritativa admiración ni una perfección ilusoria y «eterna» hacen al clásico, sino precisamente su aptitud para combatir con nosotros.
Pagina 150 - Se sospecha del tipo de hombre que fabrica esos eruditos productos: se cree, no sé si con justicia, que tienen almas retrasadas, almas de cronistas, que son burócratas adscritos a expedientear el pasado.
Pagina 181 - Entre el confuso, pues, celoso estruendo de los caballos, ruda hace armonía, cuanta la generosa cetrería, desde la Mauritania a la Noruega, insidia ceba alada, sin luz, no siempre ciega, sin libertad, no siempre aprisionada, que a ver el día vuelve las veces que, en fiado al viento dada, repite su prisión y al viento absuelve.
Pagina 190 - Y en la sombra no más de la azucena, que del clavel procura acompañada imitar en la bella labradora el templado color de la que adora, víbora pisa tal el pensamiento, que el alma, por los ojos desatada, señas diera de su arrebatamiento...