Revista de occidente, Edizioni 19-20;Edizioni 55-60José Ortega y Gasset Galo Sáez, 1928 |
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Pagina 17
... espíritu , con un espíritu excelso , libre , de infinitas acomodaciones a todos los estados , capaz de gozar de las delicias de todo el orbe . Porque hace tiempo que a Arturo no le divierte ya contemplar su propio paisaje anímico , tan ...
... espíritu , con un espíritu excelso , libre , de infinitas acomodaciones a todos los estados , capaz de gozar de las delicias de todo el orbe . Porque hace tiempo que a Arturo no le divierte ya contemplar su propio paisaje anímico , tan ...
Pagina 21
... espíritu , sin que Juan Sánchez logre otra cosa que manosearlos , arrinconándolos luego quizamí de ilusiones mutiladas . Juan Sánchez se va asomando a todas las troneras desde las cuales es po- sible suscitar la atención del mundo , y ...
... espíritu , sin que Juan Sánchez logre otra cosa que manosearlos , arrinconándolos luego quizamí de ilusiones mutiladas . Juan Sánchez se va asomando a todas las troneras desde las cuales es po- sible suscitar la atención del mundo , y ...
Pagina 23
... espíritu , se hunde en una bruma común , desliza frases opacas , mates . Un halo plomizo entur- bia las frentes . De sus pensamientos escogen el más vulgar , el de tipo más conocido , el más lejano de su inquietud ; de sus ademanes , el ...
... espíritu , se hunde en una bruma común , desliza frases opacas , mates . Un halo plomizo entur- bia las frentes . De sus pensamientos escogen el más vulgar , el de tipo más conocido , el más lejano de su inquietud ; de sus ademanes , el ...
Pagina 24
... espíritu sus relieves fronte- ras . De aquellos tres paisajes interiores sólo conoce un vaho soñoliento , y él sabe que entre la nube algo- donosa Y la medula del terruño hay siempre declives imprevistos . Le desespera no hallar en los ...
... espíritu sus relieves fronte- ras . De aquellos tres paisajes interiores sólo conoce un vaho soñoliento , y él sabe que entre la nube algo- donosa Y la medula del terruño hay siempre declives imprevistos . Le desespera no hallar en los ...
Pagina 26
... espíritu . ya cernerse su sobre las La tragedia , cansada de cuatro cabezas , se aburre y se va , dejando abiertas las ventanas al tedio . Matilde al tedio . Matilde se lleva las manos a los ojos : es su gesto favorito , ahora lo ...
... espíritu . ya cernerse su sobre las La tragedia , cansada de cuatro cabezas , se aburre y se va , dejando abiertas las ventanas al tedio . Matilde al tedio . Matilde se lleva las manos a los ojos : es su gesto favorito , ahora lo ...
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Parole e frasi comuni
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Brani popolari
Pagina 41 - Pasadas las zarzamoras, los juncos y los espinos, bajo su mata de pelo hice un hoyo sobre el limo. Yo me quité la corbata. Ella se quitó el vestido. Yo el cinturón con revólver.
Pagina 40 - El almidón de su enagua me sonaba en el oído, como una pieza de seda rasgada por diez cuchillos. Sin luz de plata en sus copas los árboles han crecido, y un horizonte de perros ladra muy lejos del río.
Pagina 44 - Un chorro de venas verdes le brota de la garganta. Su sexo tiembla enredado como un pájaro en las zarzas.
Pagina 148 - Ni nuestra caritativa admiración ni una perfección ilusoria y «eterna» hacen al clásico, sino precisamente su aptitud para combatir con nosotros. Es el ángel que nos permite llamarnos Israel. Clásico es cualquier pretérito tan bravo que, como el Cid, después de muerto nos presente batalla, nos plantee problemas, discuta y se defienda de nosotros. Ahora bien: esto no sería posible si el clásico no hubiese calado hasta el estrato profundo donde palpitan los problemas radicales. Porque vio...
Pagina 175 - ... y ejerce presiones de todo orden sobre ellas. Es preciso, por tanto, trascender nuevamente, y de la perspectiva interindividual •avanzar hacia un todo viviente más amplio, que comprende lo individual y lo colectivo; en suma: la vida social. Esta nueva realidad, una vez advertida, transforma la visión que cada cual tiene de sí mismo. Porque si al principio le pareció ser él una sustancia psíquica independiente y la sociedad mera combinación de átomos sueltos como él y como él suficientes...
Pagina 197 - De Alcides le llevó luego a las plantas, que estaban, no muy lejos, trenzándose el cabello verde a cuantas da el fuego luces y el arroyo espejos. Tanto garzón robusto...
Pagina 148 - Ésta no depende de nuestra benevolencia para atenderlos, sino que, queramos o no, se afirman frente a nosotros y tenemos que luchar con ellos, como si fuesen contemporáneos. Ni nuestra caritativa admiración ni una perfección ilusoria y «eterna» hacen al clásico, sino precisamente su aptitud para combatir con nosotros.
Pagina 150 - Se sospecha del tipo de hombre que fabrica esos eruditos productos: se cree, no sé si con justicia, que tienen almas retrasadas, almas de cronistas, que son burócratas adscritos a expedientear el pasado.
Pagina 181 - Entre el confuso, pues, celoso estruendo de los caballos, ruda hace armonía, cuanta la generosa cetrería, desde la Mauritania a la Noruega, insidia ceba alada, sin luz, no siempre ciega, sin libertad, no siempre aprisionada, que a ver el día vuelve las veces que, en fiado al viento dada, repite su prisión y al viento absuelve.
Pagina 190 - Y en la sombra no más de la azucena, que del clavel procura acompañada imitar en la bella labradora el templado color de la que adora, víbora pisa tal el pensamiento, que el alma, por los ojos desatada, señas diera de su arrebatamiento...