Revista de occidente, Edizioni 19-20;Edizioni 55-60José Ortega y Gasset Galo Sáez, 1928 |
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Pagina 16
... modo que el Arturo verdadero quedaba , intacto ; el Arturo individual y único , quedaba sin aprisionar en los moldes de la sensación del Y to . Si en esta trepidante coyuntura en que se dejaba definir Rebeca , se sentía trocado apenas ...
... modo que el Arturo verdadero quedaba , intacto ; el Arturo individual y único , quedaba sin aprisionar en los moldes de la sensación del Y to . Si en esta trepidante coyuntura en que se dejaba definir Rebeca , se sentía trocado apenas ...
Pagina 66
... modo indirecto , esta pregunta ; por ejemplo , al exponer la etiología del ortognatismo humano y también el pro- ceso de la pérdida del pelo , hemos tenido ocasión de evidenciar que la retardación , y su consecuencia , la fe- talización ...
... modo indirecto , esta pregunta ; por ejemplo , al exponer la etiología del ortognatismo humano y también el pro- ceso de la pérdida del pelo , hemos tenido ocasión de evidenciar que la retardación , y su consecuencia , la fe- talización ...
Pagina 72
... modo de centros de prolifera- ción el crecimiento oposicional , entrevemos para po- sible causa por la cual el hombre ha ido aumentando de masa durante la antropogénesis . No es un hecho demostrado que nuestros antepasados fueran más ...
... modo de centros de prolifera- ción el crecimiento oposicional , entrevemos para po- sible causa por la cual el hombre ha ido aumentando de masa durante la antropogénesis . No es un hecho demostrado que nuestros antepasados fueran más ...
Pagina 75
... modo que en cierto modo cuidan también de la conservación del individuo » . Como el autor me dice , esta idea se encuentra ya en su Zweck- mässtigkeit in der Entwicklungsgeschichte . De ontogenetische Recapitulaties als hormonistich ...
... modo que en cierto modo cuidan también de la conservación del individuo » . Como el autor me dice , esta idea se encuentra ya en su Zweck- mässtigkeit in der Entwicklungsgeschichte . De ontogenetische Recapitulaties als hormonistich ...
Pagina 88
... modo nuestras almas fueron turbadas ellas por que rehusaban después todo naciente optimismo , temían que cesase el vértigo y fue- ra preciso enfrontar su recuerdo . Y así fué . El turbión empezó a definidos . el des- Y censo de la ...
... modo nuestras almas fueron turbadas ellas por que rehusaban después todo naciente optimismo , temían que cesase el vértigo y fue- ra preciso enfrontar su recuerdo . Y así fué . El turbión empezó a definidos . el des- Y censo de la ...
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Brani popolari
Pagina 41 - Pasadas las zarzamoras, los juncos y los espinos, bajo su mata de pelo hice un hoyo sobre el limo. Yo me quité la corbata. Ella se quitó el vestido. Yo el cinturón con revólver.
Pagina 40 - El almidón de su enagua me sonaba en el oído, como una pieza de seda rasgada por diez cuchillos. Sin luz de plata en sus copas los árboles han crecido, y un horizonte de perros ladra muy lejos del río.
Pagina 44 - Un chorro de venas verdes le brota de la garganta. Su sexo tiembla enredado como un pájaro en las zarzas.
Pagina 148 - Ni nuestra caritativa admiración ni una perfección ilusoria y «eterna» hacen al clásico, sino precisamente su aptitud para combatir con nosotros. Es el ángel que nos permite llamarnos Israel. Clásico es cualquier pretérito tan bravo que, como el Cid, después de muerto nos presente batalla, nos plantee problemas, discuta y se defienda de nosotros. Ahora bien: esto no sería posible si el clásico no hubiese calado hasta el estrato profundo donde palpitan los problemas radicales. Porque vio...
Pagina 175 - ... y ejerce presiones de todo orden sobre ellas. Es preciso, por tanto, trascender nuevamente, y de la perspectiva interindividual •avanzar hacia un todo viviente más amplio, que comprende lo individual y lo colectivo; en suma: la vida social. Esta nueva realidad, una vez advertida, transforma la visión que cada cual tiene de sí mismo. Porque si al principio le pareció ser él una sustancia psíquica independiente y la sociedad mera combinación de átomos sueltos como él y como él suficientes...
Pagina 197 - De Alcides le llevó luego a las plantas, que estaban, no muy lejos, trenzándose el cabello verde a cuantas da el fuego luces y el arroyo espejos. Tanto garzón robusto...
Pagina 148 - Ésta no depende de nuestra benevolencia para atenderlos, sino que, queramos o no, se afirman frente a nosotros y tenemos que luchar con ellos, como si fuesen contemporáneos. Ni nuestra caritativa admiración ni una perfección ilusoria y «eterna» hacen al clásico, sino precisamente su aptitud para combatir con nosotros.
Pagina 150 - Se sospecha del tipo de hombre que fabrica esos eruditos productos: se cree, no sé si con justicia, que tienen almas retrasadas, almas de cronistas, que son burócratas adscritos a expedientear el pasado.
Pagina 181 - Entre el confuso, pues, celoso estruendo de los caballos, ruda hace armonía, cuanta la generosa cetrería, desde la Mauritania a la Noruega, insidia ceba alada, sin luz, no siempre ciega, sin libertad, no siempre aprisionada, que a ver el día vuelve las veces que, en fiado al viento dada, repite su prisión y al viento absuelve.
Pagina 190 - Y en la sombra no más de la azucena, que del clavel procura acompañada imitar en la bella labradora el templado color de la que adora, víbora pisa tal el pensamiento, que el alma, por los ojos desatada, señas diera de su arrebatamiento...