Immagini della pagina
PDF
ePub
[ocr errors][merged small][merged small][merged small][graphic][merged small]

FEDERICO GARCIA LORCA: Santa Lucía y San Lázaro ✶
CARLOS ALBERTO BERNOUILLI: Juan Jacobo Bacho-
fen ANTONIO ESPINA: Bacante (conclusión) *
ITALO SVEVO: Vino generoso RAFAEL CA-
LLEJA: Diez años después (Testimonios
recientes sobre Rusia).

4

NOTAS.-JUAN CHABÁS: Ítalo Svevo MELCHOR FERNÁN-
DEZ ALMAGRO: La prosa de los antepenúltimos JOSÉ MARÍA
QUIROGA PLA: La confesión de un hombre de letras ANTO-
NIO ESPINA: Cuadros de Solana José M. DE COSSIO: Carac-
terologia, sintoma del momento EMILIANO Jos: El cronista de
Indias, F. L. de Gómara * E. GIMÉNEZ CABALLERO: Miguel
Artigas: Menéndez y Pelayo GERARDO DIEGO: La rueda, por
Francisco de Cossio ASTERISCO.

Pesos: 1.75

Madrid

Noviembre 192

Santa Lucía y San Lázaro

A Sebastiá Gasch.

A

puede

las doce de la noche llegué a la ciudad. La escarcha bailaba sobre un pie. «Una muchacha ser m morena, puede ser rubia, pero no debe ser ciega.» Esto decía el dueño del mesón a un hombre seccionado brutalmente por una faja. Los ojos de un mulo, dormitaba el umbral,

que

en

como dos puños de azabache.

me

amenazaron

-Quiero la mejor habitación que tenga.
-Hay

una.

Pues vamos.

gusta» en

el

La habitación tenía un espejo. Yo, medio peine en el bolsillo. «Me gusta.» (Vi mi «Me espejo verde.) El posadero cerró la puerta. Entonces, vuelto de espaldas al helado campillo de azogue, exclamé otra vez: «Me gusta.» Abajo, el mulo resoplaba. Quiero decir que abría el girasol de su boca. No tuve más remedio meterme en que la cama. Y me acosté. Pero tomé la precaución de dejar abiertos los postigos, porque no hay nada más hermoso que

« IndietroContinua »