Pisón, y de Pisón digna prosapia, Con frecuencia á los más de los poetas Del bien las apariencias nos engañan. Trabaja éste en ser breve, y se hace oscuro; Elegante es aquél, pero sin alma: Sublime otro ser quiere, y es hinchado; Cobardemente por el suelo arrastra Otro por miedo al huracán; y alguno Que amenizar su escrito anhela, raya En lo maravilloso, y en el bosque Pinta delfín, ó jabalí en las aguas; Que quien el arte desconoce, incurre, Cuando una falta evita, en otra falta. Ei escultor, que cerca de la escuela De Emilio vive, sabe de una estátua Acabar bien las uñas, y al cabello Dar en el bronce suavidad y gracia; Pero es un mal artista, pues no el medio De ordenar el conjunto se le alcanza.
7 Sexto precepto, donde explica ligeramente las condiciones de una recta disposición.
No más á aquel quisiera parecerme, Si de componer algo yo tratara, Que con cabello negro y negros ojos, Tener una naríz torcida y mala.
A vuestras fuerzas siempre, ó escritores, Materias escoged proporcionadas: Despacio examinad si vuestros hombros Pueden llevar ó no tal ó tal carga. Quien conforme á esta regla asunto elija, Le tratará con orden y elegancia. En mi opinión la fuerza y la hermosura Del orden es, las cosas necesarias Unas veces contarlas desde luego, Y otras á mejor tiempo reservarlas: Acórtese una vez, y otras se estienda El escritor que aspire á ganar fama.
8 Sétimo precepto que trata de la elocución, haciendo ver que hasta las voces más vulgares adquieren novedad y gracia, cuando se enlazan á las demás con maestría.
cum lingua Catonis et Enni cuando el lenguaje de Caton y Enio
signatum nota praesente. 10 sellada con nuevo cuño.
9 Esto es, de los antiguos Romanos.-Nótese la oportunidad con que emplea la palabra cinctutis (voz anticuada en vez de cinctis), al referirse á los antiguos Cetegos. Les da ese epíte o, porque en los tiempos remotos llevaban cruzadas al pecho en forma de ceñidor las alas ó puntas de las togas.
10 Procudere nomen signatum nota præsente, acuñar voces nuevas imprimiéndoles el sello del uso corriente.
et nata modo florent vigentque, ritu iuvenum. Nos nostraque debemur morti:
sive Neptunus, receptus terra, Regis opus,
arcet classes Aquilonibus; palusve sterilis diu, aptaque remis,
alit urbes vicinas
et sentit aratrum grave; seu amnis
mutavit cursum, iniquum fructibus, doctus iter melius: facta mortalia peribunt, nedum honos et gratia
las росо ha nacidas florecen y se lozanean,
al talle de los mozos.
Nosotros con nuestras cosas adeudamos á la muerte: ya 'sea que el mar, acogido en tierra, obra real (el puerto),
abrigue de vientos la armada; ó que una laguna de días estéril, acomodada á los remos,
alimente ciudades vecinas
y sienta la pesada reja; ó ya que un río
trocó su corriente, dañina á las mieses, enseñado á mejor camino: las obras de los mortales perecerán, no que la gala y el donaire
haya de quedar en pié para siempre.
En usar voces nuevas, cauto sea; Pero se mirará como una gala, Que de palabras conocidas forme Con tino y discreción nuevas palabras. Si nombrar debe acaso objetos nuevos, Otras podrá inventar, nunca escuchadas De los ráncios Cetegos, siempre empero Que de prudentes límites no salgan; Y crédito tendrán, si sin violencia De griega fuente vienen derivadas, Pues lo otorgado á Plauto y á Cecilio, ¿Cómo á Virgilio y Vario se negara? Ni ¿porqué á mí aumentar se envidiaría Con una ú otra voz la lengua patria,
Que enriquecieron Enios y Catones Con otras mil que su explendor realzan? Fue, y será siempre lícito usar voces En el cuño del día fabricadas. Cual periódicamente el vario otoño De la selva primero la hoja arranca Que primero brotó, del mismo modo Envejecen y mueren las palabras, Y de la juventud suceden otras Ornadas del verdor y de las gracias. Morir deben los hombres y sus obras: Ya un puerto, empresa digna de un monarca, Se construya soberbio, dó al abrigo De los vientos reposen las escuadras; Ya los pueblos vecinos alimente Laguna un día estéril, que surcaba Antes el remo, y hoy la limpia reja; O ya al río por fin, que las campañas Asoló en su furor, se le refrene, Y mejor senda enseñese á sus aguas; Morirá todo: ¿cómo viviría
De las voces ó frases la elegancia?
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