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EL MONASTERIO DE SAHAGUN.

I.

En uno de los extremos de la region vaccea extiéndese dilatada vega, que con sus corrientes fertilizan el Cea y Araduey, y cruza majestuosa la antigua calzada romana, llamada más tarde camino frances ó de los peregrinos. Piadosa tradicion refiere que en tiempos de Diocleciano regaron con su sangre aquella tierra los mártires Facundo y Primitivo, cuyos restos, en ella largo tiempo sepultados, se veneraron luégo en modesta capilla que á su memoria levantára la piedad de los fieles. Destruida aquella por los alárabes y reedificada por los cristianos, constituia una pequeña parroquia, que á fines del noveno siglo adquirió de sus dueños el tercer Alfonso, para construir en el mismo sitio un monasterio dedicado á los Santos Mártires, de donde le vino el nombre de Domnos Sanctos. La liberalidad de los monarcas leoneses y castellanos, y el fervor de los fieles, enriquecieron con pingües rentas la casa de los Mártires, que con la agrega

•Ambicuum esse non potest quod plerisque cognitum manet quoniam dum esset olim in loco villa et eglesia parrocitana, motus misericordia avus meus serenissimus princeps Adefonsus emsit ea a propriis dominis et dedit eum sub manus abbati Adefonso qui cum sociis de Spania advenerant huic regioni abitantes ad construendum ibi monasterium. Privilegio de D. Ramiro II, reseñado en el art. 2.° del índice del monasterio de Sahagun,

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cion de otros monasterios extendió bien pronto sus dominios desde las orillas del Tajo, en Toledo, hasta las costas del Cántabro, en la antigua provincia de Liébana, abrazando gran porcion del territorio leonés, y del que hoy comprenden las provincias de Palencia y Zamora, algo de las de Valladolid, Búrgos y Salamanca, con parte no pequeña de la de Santander.

Agrupábanse en tanto alrededor del monasterio, en humildes albergues, gentes extrañas y de lejanas tierras, constituyendo el burgo de San Fagun, al que Alfonso VI concedió los honores de villa y otorgó fueros bajo las inspiraciones del monje cluniacense Bernardo. Pero bien fuesen de dura cerviz aquellos burgueses, ó bien, y esto es lo más cierto, el monje frances tratase de imponerles con inusitado rigor condiciones de vasallaje poco conocidas y peor toleradas en el centro de Castilla, alzáronse éstos contra los monjes, y fué necesaria la presencia del Rey para reducirlos á obediencia. Los calamitosos tiempos. de Doña Urraca dieron pábulo á las exigencias tumultuarias de los sahaguntinos, é imponiéndose á sus señores, les obligaron á encerrarse en los claustros, ansi como los ratones en sus cuevas '. Para nada valió que el emperador Alfonso VII, con mejor deseo que acierto, tratase de aplacar los mal encubiertos odios del pueblo sin menoscabar la jurisdiccion abacial, reformando en 1152 la primitiva carta de fueros. Las discordias continuaron y se convirtieron en sangrientas luchas, no sólo en Sahagun, sino en Compostela, Lugo, Tuy, Coimbra, Oporto y otros pueblos de abadengo. Sus aspiraciones no estaban satisfechas; la mayor parte de las condiciones duras, humillantes y vejatorias del primer fuero persistian, y contra ellas se levantaba altivo el concejo, deseando trocar el señorío del abad por el del Rey. No consiguieron esto último, pero sí que Alfonso el Sabio modificase aquéllas, y que se estableciese el Fuero real como ley del municipio. Las discordias y vicisitudes de la villa de Sahagun en

1 Escalona. Historia del Monasterio de Sahagun, pág. 297.

(

sus relaciones con el monasterio pintan gráficamente al concejo de la Edad Media luchando por su ya soñada independencia, y contrapesando al mismo tiempo la despótica fuerza de los usurpadores del poder real, para establecer en la sociedad el buen órden y concierto, y afianzar el imperio de la ley y de la justicia, personificadas única y exclusivamente en el Príncipe » '.

Uno de los períodos más importantes de la historia de este monasterio es el que se refiere à la época del conquistador de Toledo, quien con sus muchas y cuantiosas donaciones quiso recompensar la hospitalidad que en él recibiera cuando, vencido en Golpejar y prisionero del rey D. Sancho, vistió en Sahagun el tosco sayal para aplacar la ira de su hermano. En su reinado y por su iniciativa tiene lugar la venida á España de los monjes cluniacenses, y con este hecho se relacionan gran copia de acontecimientos que trascienden á la historia religiosa y politica de nuestro país, no ménos que á la del monasterio para cuya reforma fueron llamados. Merced à su influencia, el rito mozárabe es sustituido por el romano; la letra llamada visigótica cede su lugar á la galicana; se reforma la administracion de los monasterios de la Órden subdividiéndola en várias dependencias ú obediencias, dirigidas por otros tantos monjes con los nombres de armarius, apothecarius, cellerarius, camerarius, sacrista, elemosinarius, ostalarius, infirmarius, etc.; sustráense aquéllos á la jurisdiccion episcopal, con sujecion inmediata á la Santa Sede, que por su parte les concede exenciones y privilegios; se trata de implantar en nuestro suelo el feudalismo exagerado que noblemente rechazan los pechos castellanos, y las mitras y capelos, las prelacías y dignidades, pasan á manos de los reformadores de Cluni. Sahagun ve en tanto acrecer sus rentas y aumentar sus propiedades; en su recinto se labra moneda; consejeros áulicos son sus abades; sagrados é inviolables sus bienes; tumba de reyes sus bóvedas; y el

1 Discurso sobre el Fuero de Avilés del Sr. D. Aureliano Fernandez-Guerra.

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