Descripcion é historia del Paraguay y del Rio de la Plata: Obra póstuma de con Félix de Azara ...

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Sanchiz, 1847
 

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Pagina 329 - No por esto desmayaban en su fatigosa empresa los animosos pobladores de la ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de Buenos Aires...
Pagina 303 - Estos se distinguen de los pastores en que sus casas están mucho más cerca unas de otras, son más aseadas y con más muebles, y en que sus vestidos son algo mejores. Saben también hacer sus guisados de carne y de sus vegetales, y comen también pan, que son cosas poco conocidas en los pastores. En el capítulo 6 dije lo que es aquella agricultura, y en mi obra de cuadrúpedos...
Pagina 298 - les entregan sus padres por precisión a negras o pardas, que los cuidan seis o más años, y después a mulatillos, a quienes no verán ni oirán cosa digna de imitarse, sino aquella falsa idea de que el dinero es para gastarlo, y que el ser noble y generoso consiste en derrochar, destrozar y en no hacer nada; inclinándolos a esto último la natural inercia, mayor en América que en otras partes".
Pagina 291 - Observándolos, yo encuentro, en lo general, que son más astutos, sagaces, activos, de luces más claras, de mayor estatura, de formas más elegantes, y aun más blancos, no sólo que los criollos o hijos de español y española en América, sino también que los españoles de Europa, sin que se les note indicio alguno de que descienden de india como de español".
Pagina 105 - ... de campo. Pero si le edifica en lomada de tierra rojiza, el Tacurú es cónico como de cinco palmos de diámetro y hasta seis ú ocho de altura, con sus caminos por dentro barnizados de negro.
Pagina 165 - ... con su mismo vestido, y está oculta en casa algunos días. El mismo duelo hacen las hijas adultas por la muerte del que las crió en sus casas; pero no por su verdadero padre. El duelo de los varones solo dura la mitad del tiempo que entre los Charrúas, y es el descrito en el núm. 23 ; pero en vez de pasarse las cañas, se atraviesan una espina gruesa de pescado, metiéndola y sacándola, como quien cose, por las piernas y muslos interior y esteriormente, también desde la muñeca al codo.
Pagina 57 - ... de doscientas leguas muy al Sur de Buenos Aires sobre una campaña que principiaba á retoñar y había sido abrasada de una vez. Como las orillas de los bosques son siempre muy cerradas y verdes, también detienen el fuego; pero quedan chamuscadas para arder en el incendio siguiente. Perecen igualmente infinitos insectos, reptiles y cuadrúpedos menores, y las águilas y gavilanes acuden á las quemazones para comer estos despojos. 4. Lo dicho hasta...
Pagina 56 - ... elevadas como espadañas , pajas , cortaderas, alciras , pitas ó cardales de varias especies , y otras que no se nombran : llaman pajonales á estas cañadas y bagios.
Pagina 186 - ... iguales, ni servir uno á otro, ni conocer amistad particular; en la frialdad de sus galanteos y casamientos descritos en el núm. 18; en no gritar y quejarse en los dolores; en decidir las partes sus diferencias del modo dicho número 20, y en no instruir ni prohibir nada á los hijos. 60. Los guaranis no hacen mas guerra que la inevitable y alguna sorpresa, con macanas ó garrotes de una vara con porra en el estremo, y con flechas de siete cuartas con lengüetas de palo duro. El arco cuasi...
Pagina 293 - Paraguay, según el citado padrón, como 174 á 100: esto es, que por cada cien negros y mulatos esclavos hay 174 de los mismos libres. Esta misma proporción es generalmente en las colonias no españolas de América como 1 á 35, y la del número de blancos al de negros y mulatos, como 1 á -45. La enorme diferencia entre estas proporciones que hace conocer los pocos esclavos del Paraguay, viene principalmente de que allí no se pone reparo en que los esclavos se casen con indias, cuyos hijos nacen...

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