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bre es mucho menos marcada; en poesías del siglo xvi, y hoy día, se dan ejemplos de levántaté, entiéndemé, siempre con imperativos, para redoblar su fuerza.

PRONOMBRE POSESIVO

95. GENERALIDADES.-El posesivo en español se deriva únicamente del acusativo latino.-Tiene dobles formas, pero no tan radicalmente distinguidas en la lengua antigua como las del pronombre personal. Verdad es que la lengua moderna llegó á distinguirlas completamente; pero aun así, más bien que formas tónicas y átonas debemos llamarlas formas de pronombre substantivo y de adjetivo; pues si bien estas últimas en el lenguaje general de Castilla la Nueva, etc., son hoy átonas poclíticas, mi-pádre, nuestra-casa, no lo eran en castellano antiguo mió pádre, ni lo son en la pronunciación de varias regiones como León y Castilla la Vieja, donde se dice mí þádre.-El pronombre adjetivo llevaba antiguamente artículo, como por arcaísmo se conserva aún en la traducción del Padrenuestro: el tu nombre, el tu reino; el español moderno, al hacer proclítico el posesivo, le despojó del artículo.

96. POSESIVO DE UN POSEEDOR.-1] Como substantivo tenemos para el masculino měŭům, *mieo, mío (§ 10,), que en español antiguo era también mió (§ 6,), «mientre lo mió durare non vos faldrá aver» es un verso de 7+ 7 sílabas; mió subsiste hoy en Asturias.-meos, míos, ant. y ast. miós. Para el femenino měam, mía,-meas, mías.

Como adjetivo, se usaban antes para el masculino las mismas formas mío, -s y mió, -s, subsistentes ambas en Asturias; así en versos de siete sílabas hallamos myos antecesores,» ó bien «catando mio fijuelo,» y para el femenino mía, -s (raro); míe, -s; mi, -s: se distinguía, pues, diciendo «mie madre e mió padre; pero las confusiones son antiguas, y á principio del siglo XIII se podía decir ya en leonés «mió muyer, prefiriendo el masculino para todos los usos, como hoy en Asturias; mientras en Castilla, prefiriendo el femenino, se mezclaba á veces «mio padre e mi hermano,» y esta última forma al fin excluyó enteramente á mio.

2] Substantivo mascul.: tuum, sŭum, tuo, suo, reducido á to, so, ó á tuyo, suyo (§ 68), en donde se ve la influencia del posesivo relativo cuyo; el plural añade una -s. Femenino: tuam, suam, tua, sua, mod. tuya, suya.

Adjetivo: las formas -uo -a, -uyo -a del substantivo son raras en uso adjetivo: «suo señor e suos amigos,» más raro aún: «con las suyas cuerdas.» La forma corriente del masc. era to, so, y la del femenino tue, tu, sue, su; hay manuscritos del siglo XIII y Xiv que distinguen con regularidad los géneros; pero las confusiones abundan en toda la Edad Media, y lo mismo se decía sus que sos estrellas, ó to lo mismo que tu poder, y al fin prevalecieron las formas femeninas como exclusivas para todos los usos; en asturiano subsisten to, so para el masculino y femenino.

97. POSESIVO DE VARIOS POSEEDORES.-1] El latín junto á vester conocía ya võster, y la analogía generalizó esta forma en el latín vulgar: nŎs

trum, vŎstrum, dieron nuestro, vuestro, con -s en plural, con -a en femenino. Se usan como subst. y adj.; como adj., en la Edad Media existía, aunque raro, nuestre, femenino con final igual á mie, sue, etc. La lengua antigua y vulgar conoce otra forma: nuesso, vuesso, con un desarrollo raro de -str- (que tiene una pareja en monstrare, mossar, demuessa, etc.), contra el § 51; y con influencia de la inicial del posesivo de un poseedor, se dice también muesso, como se dice mos por nos.

2] Para la 3.a persona, el español, el portugués y el rético, igual que el latín, usan el mismo suus, su, como posesivo de uno y de varios. Pero los demás romances crearon un derivado del genitivo illorum para el posesivo de varios; el aragonés lo conocía también: lure, lur, plural lures, probablemente advenedizo del provenzal ó catalán.

PRONOMBRE DEMOSTRATIVO Y ARTÍCULO

98. NOTICIA GENERAL.-1] Los demostrativos y el artículo en español se derivan del nominativo latino de singular y del acusativo de plural. Conservan el neutro singular, siempre como substantivo.

2] En vez de hic, iste, ille, el romance establece una gradación con iste en primer término, ipse en segundo (pronombre de identidad latino, que los romances tomaron como simple demostrativo) y un compuesto de ille en tercero. Ille por sí solo sirve de pronombre personal y de artículo. Hic se perdió, salvo en frases como hoc anno, ogaño; hac hora, agora, ahora. Ipse conservó su signi

ficado clásico sólo en algunos compuestos arcáicos que se hallan en textos del siglo XI al x: sepse, sese; sibi ipsi, sise; suus, ipse, suyose; ille ip sus, eleiso (uno con altro sese inquinare; si él por sise fiziesse penitencia; las animalias se son vestidas de suyose; per sibi eleiso); aún se puede añadir alguna frase: por ejemplo, «como yo esté harto, eso me hace que sea de zanahorias que de perdices.» El pronombre de la identidad fué en romance el reforzado metipse en superlativo (gr. autótatos); la partícula de refuerzo met, no sólo se usaba tras los pronom bres ego-met-ipse, yo mismo, sino que en latín se anteponía simplemente á ipse, de donde med-ipsi(ssi)-mus (§ 66 ̧), meismo, mismo; éste tomó los dos sentidos de ipse y de idem. El determinativo definido is se perdió en todos los romances.

3] Los demostrativos se refuerzan en latín con el adverbio demostrativo ecce, por ejemplo: eccillan (fr. ant. icele, mod. celle); eccistam (fr. iceste, cette), y en latín vulgar además con el demostrativo ya reforzado ěccum (en los cómicos latinos por ecce eum), de donde eccu(m)iste, aqueste, aquese. También se refuerzan con alter pospuesto: estotro, esotro, quillotro, etc.

99. Los TRES PRONOMBRES EN PARTICULAR.I] iste, este, ant. también est ó esti; la -i final no se explica sino por influencia de la tónica de qui (S 93,, nota); Ista, esta; -istud, esto.-Plural: istos, estos; istas, estas.

2] Ipse, ese (S 49), ant. también es ó essi;Ipsa, esa;-ipsum, eso.- Plural: ipsos, esos; ipsas, esas.

3] eccu(m)-ille, aquel, ant. aquelli, aquella, aquello. Comp. S 128,.

100. EL ARTÍCULO no existía en la lengua latina; sólo en la última época el latín vulgar sintió la necesidad de hacerse con un artículo como el griego, y se lo creó de diversas maneras en los diversos territorios romances.-1] El artículo no es sino un demostrativo que determina un objeto más vagamente que los otros demostrativos, sin significación accesoria de cercanía ni alejamiento; sirve sólo para señalar un individuo particular entre todos los que abarca la especie designada por el substantivo; así que cualquier demostrativo pudo haber debilitado su significación y quedar con la vaga determinación de artículo. En la lengua antigua se usan en este sentido vago todos los demostrativos: «mio Cid aguijó con estos cavalleros quel sirven» (se refiere á los caballeros en general); vayamos en aquel dia de cras (el día de mañana); «es dia es salido e la noch entrada es.» Pero en general los romances se fijaron en el derivado de ille, salvo en Cerdeña, las Baleares, algo de Cataluña y Gascuña, donde prevaleció el de ipse (sa casa la c.); un documento antiguo aragonés usa siempre también esse como artículo.

2] El artículo es átono desde su origen; prueba de ello es que, para abreviarlo, se perdió la sílaba primera del pronombre, la que llevaba el acento cuando tenía su plena fuerza pronominal. Sólo el nominativo masc. ille, por llevar e final ($ 28.), mantuvo la inicial; en los demás casos se conservó la sílaba final por llevar vocal más resistente y por expresar la flexión; singular: ille, el (§ 63), y en

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