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la boca. La ch española es un sonido compuesto de una explosiva t, seguido de una fricativa y sorda; no es, pues, puramente palatal, sino palatal-dental.

4] Con el velo del paladar ó la garganta, «consonantes VELARIAS Ó GUTURALES» como la k, con la raíz de la lengua que choca contra el velo movible del paladar (cuando la sigue vocal posterior) ó contra la parte inmediata del paladar óseo (cuando la sigue vocal anterior).

33. CLASIFICACIÓN POR EL MODO DE LA ARTICULACIÓN. Cada una de estas clases de articulación se puede verificar de diversas maneras:

I] Con expulsión ora repentina, ora prolongada de la columna de aire.-Cuando por la boca y por las narices se impide un momento por completo la salida del aire, entonces se produce una consonante EXPLO SIVA Ó PLOSIVA; el aire, detenido por el contacto de los órganos factores del sonido, se expulsa con una separación repentina de los mismos: por ejemplo, la p. Si en vez de una expulsión repentina de la columna de aire, ésta no deja nunca de hallar paso al exterior, aunque no francamente, sino comprimida con cierto roce, produce entonces una vibración continuada (y no momentánea como la efectuada por la ruptura súbita del contacto de las explosivas), y éstas se llaman consonantes CONTINUAS. Pero así como la explosión no puede ser más que de una clase, la vibración continuada puede producirse por varias maneras: unas veces los órganos factores de la consonante cierran completamente la boca, como para las explosivas, pero el aire busca la salida continua por las narices y se produce una consonante continua

NASAL como la m; otras veces los órganos factores, en vez de establecer un contacto perfecto que interrumpa la salida del aire, producen sólo una estrechez ó canal, por el cual sale el aire con cierta fricción, y por esto se llama continua FRICATIVA á la ƒ y sus análogas; otras veces los órganos factores de la consonante interrumpen completamente la salida del aire por un sitio, pero lo dejan escapar por otro: así se produce la continua LIQUIDA que, según dejan escapar el aire por el centro de la lengua adherida al paladar ó por un lado, se llaman centrales como la ró laterales como la l.

2] Con vibración de las cuerdas vocales superiores, ó sin ella, tanto las consonantes explosivas como las continuas pueden producirse de dos maneras: ó bien con una aproximación previa de las cuerdas vocales que producen una especie de zumbido ó vibración de parte de la columna de aire que se escapa por las narices y precede á la articulación de la consonante, la cual entonces es SONORA como la b; ó bien sin este zumbido previo, y entonces la consonante es SORDA como la þ. Esta importantísima diferencia se puede apreciar materialmente de varios modos. Como la vibración que precede á las sonoras se produce gracias á parte de aire que se deja escapar por las narices, tapando éstas se estropea la pronunciación de las consonantes sonoras, mientras que no se afecta á la de las sordas; por ejemplo: con las narices bien oprimidas hacia la parte ósea, pronúnciense las dos sílabas to y do: la primera saldrá limpia; la segunda sólo con grande esfuerzo se podrá pronunciar de una manera artificial y desusa

da. Pronúnciense ambas sílabas con un contacto muy prolongado de la lengua y velo del paladar ttto dddo, y se notará el rumor ó zumbido previo de la sonora g tapando los oídos, ó se advertirá una ligera trepidación poniendo la mano sobre la parte central de la cabeza.

34. CLASES DE CONSONANTES LATINAS. He aquí el cuadro de las consonantes latinas:

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Nótese en las explosivas, que la c ante vocal anterior e i (§ 32 ), y á veces que, qui, se asibiló en época antigua, pero incierta (unos creen que en tiempo del latín vulgar, antes del fin del siglo III de Cristo, y otros creen que mucho más tarde, hacia el siglo VII ó aun VIII); y centum dejó de pronunciarse kentum para decirse algo así como sentum; la g ante e i se confundió con la j. Respecto de las nasales, la gutural ǹ es la que se pronuncia ante explosiva gutural, v. gr., anguis, como en español anguila. De las fricativas la h era una aspiración faríngea sorda (articulada en lo más hondo de la garganta) y dejó de pronunciarse ya en latín; de modo

que en romance no tiene valor alguno, y no lo tuvo nunca la h nuestra cuando es recuerdo ortográfico de la escritura clásica, por ejemplo en hombre. La fricativa sonora j sonaba, no sólo en jam, jocum, sino en corjum, casjum, por caseum ($9,).

35. CLASES DE CONSONANTES ESPAÑOLAS.La pronunciación española no fué, naturalmente, siempre la misma; podemos distinguir dos períodos principales, separados por el siglo XVI; en éste y en principios del XVII se efectuaron importantes cambios que dieron por resultado la pronunciación moderna. He aquí el cuadro de todas las consonantes; en él incluyo entre paréntesis () las consonantes que hoy han desaparecido (x j h) ó sólo existen accidentalmente (b sz), y entre llaves [] las consonantes modernas que no existían antiguamente [j]:

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Obsérvese que la diferencia entre by v que mar

ca la ortografía apenas existe en la pronunciación:

igual se pronuncian tuvo y tubo; si alguna diferencia se hace á veces, consiste sólo en el énfasis mayor ó menor: así que en inicial de palabra ó de sílaba solemos pronunciar b explosiva, como en basta, nombre; pero entre vocales usamos siempre la fricativa v y no la explosiva b, v. gr., Córdoba, acaba, que se pronuncian cordova, acava, con v fricativa; pero adviértase que esta fricativa no es labiodental como la pronuncian los valencianos (y algunos castellanos por afectación), sino bilabial, dejando escapar el aire continuo entre los dos labios ligeramente aproximados, sin cerrarse del todo; pues si la oclusión es completa se pronuncia la b, que es muy rara en nuestra pronunciación moderna.

Bien se ve en el cuadro precedente que las diferencias esenciales entre los sonidos del español antiguo y el moderno se reducen á las fricativas. La lengua antigua distinguía tres pares de sorda y sonora que la lengua moderna confunde, por haber perdido las sonoras; distinguía además la b de la v, y hoy se perdió la b casi totalmente.

1] La lengua antigua distinguía una s sorda (que generalmente escribía doble: viniesse, passar, ó senci lla tras consonante: mensage), de una s sonora (que se escribía sencilla: casa). El español moderno perdió la s sonora, análoga á la s sonora del francés, y conservó únicamente la sorda que emplea en todos los casos; entiéndase esto rigurosamente de la s intervocálica, pues por excepción hay s sonora en castellano moderno cuando va agrupada con otra consonante sonora, como en sesmo, mismo, desde, sesgo, fisgar, fresno, y esto por contagio de la consonan

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